De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, cada día mueren en el mundo cerca de 6.300 personas (2,3 millones al año) por lesiones o enfermedades relacionadas con el trabajo (vea también: Los distintos tipos de riesgos laborales). A esto se suman los cerca de 337 millones de accidentes anuales en el entorno laboral, que generan largas incapacidades. Al incalculable costo humano que representa esta tragedia se suma el económico: de acuerdo con la Organización, el gasto que conlleva la pérdida en días de trabajo, tratamiento médico e indemnizaciones asciende al 4 por ciento del PIB mundial anual. Según el organismo, la crisis económica y las nuevas dinámicas de trabajo incrementaron, en forma significativa, los trastornos psicosociales y las enfermedades derivadas del estrés laboral.

Estrés laboral

Según el Estudio Global de la Fuerza Laboral, de la consultora Towers Watson (hecho hace algunos años con 22 mil empleados de 22 países), alrededor de la mitad de los trabajadores admiten no estar comprometidos con su empleo, porque no se sienten contentos con la actividad que desempeñan.
Se comprobó que las personas eligen, ante todo, la estabilidad y seguridad que puede brindarle una compañía, con un proyecto a mediano o a largo plazos. El hecho de sacrificar el progreso en el orden profesional termina por afectar el ánimo y rendimiento de los empleados. Por eso, si es usted uno de esos empleados que ha decidido permanecer en su trabajo pese a que éste no sea de todo su agrado, su objetivo debe ser hacer todo lo posible por estar a gusto en su área de trabajo durante la jornada.

Estos son algunos consejos:

  • Busque y ponga en marcha actividades que lo complazcan y mejoren su entorno: haga pausas cada hora durante su jornada, respire y haga estiramientos. Ubique un lugar solo y silencioso en el que pueda refugiarse durante los picos de estrés. De ser posible, antes de ir a trabajar haga ejercicio para eliminar tensiones, adecuar el cuerpo y despejar la mente.
  • Organícese y priorice: busque la forma más sencilla y eficaz de cumplir con sus tareas; recuerde que lo urgente e importante es primero. Si siente que la carga es excesiva, busque ayuda o delegue.
  • Personalice su ambiente: decore su espacio con elementos suyos, como plantas y recordatorios; lleve su música o sus libros favoritos, y escúchelos y léalos durante las pausas.
  • Póngase metas: plantearse retos le dará un nuevo brillo a su trabajo; ofrézcase para formar parte de un nuevo proyecto o dígale a su jefe que está dispuesto a probar alguna actividad en la que no se ha desempeñado antes.
  • Tenga cuidado con el tedio o los escapes: no se resigne a la tristeza o a trabajar en forma automática, tampoco busque válvulas de escape poco saludables, como el consumo de alcohol o cigarrillo, entre otros malos hábitos.

Estos consejos son muy útiles además si es empleador y ha detectado este tipo de problemas en su organización. En tal caso, puede organizar talleres sobre el tema con los trabajadores o sugerir estos consejos a los mismos.

Categorías: Empresas